miércoles, 8 de octubre de 2008

Los sectarios, a la defensiva


8 de Octubre de 2008

A. Vermoet
Una tal Adela Cortina, de la Universidad de Valencia, ha defendido eso de la Educación para la Ciudadanía, unas declaraciones que ha recogido El País en un artículo tan crítico y riguroso como de costumbre. Además de llamar prácticamente de todo a los objetores y a la Iglesia, porque para la izquierda resulta fundamental identificar a la Iglesia con toda oposición ideológica con que se topen, ha soltado la siguiente perla: el objetivo de la asignatura es evitar que "alumnos buenos en Matemáticas, acaben cogiendo un rifle y matando a compañeros". Lo que pasa, Adela, es que antes que hacer eso, habrá que tener alumnos buenos en Matemáticas. Vamos, digo yo. Igual si consiguiéramos que la escuela sirviera para instruir y para transmitir algo, no haría falta tanta educación ciudadana. Es más, el rollo ciudadano, multicultural y ecologista lo que hace es, precisamente, quitar horas a las Matemáticas.

Otro de los conceptos aportados por la catedrática en Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia es el de "valores plurales compartidos". ¿Y eso de valores plurales? Un valor o es o no es, no sé cómo puede ser plural. Y lo de compartidos es el gran hallazgo: si son compartidos, ¿por qué hay objeciones? ¿No se te ha ocurrido, Adela, pensar que hay familias que no quieren que se enseñe a sus hijos que Occidente es malo y que la globalización crea injusticias? ¿Incluso padres que prefieren que estudien Economía o Matemáticas? Y ya la repanocha es lo de que los valores sean y plurales y, además, compartidos. Ya no saben qué inventarse para enseñar la corrección política y llamar extrema derecha a todo lo que se salga de sus cánones falsamente progresistas.

Vino acompañada, la filósofa, de una tal Margarita González, que viene a ser el equivalente a Batasuna en el sistema educativo valenciano. Como esta afirmación podría resultar querellable, aclaro que esta equivalencia la hago en el sentido de que la tal Margarita siente el mismo respeto hacia el Estado de Derecho y hacia el Imperio de la Ley que, digamos, Otegi. Se trata de la directora del IES Ballester Gozalvo, que se ha declarado en rebeldía porque rechaza que la asignatura se imparta en inglés. Tiene bemoles que la señora Cortina diga que "la objeción es un atentado al sentido común" al lado de una señora que objeta, declarándose en rebeldía, a que su asignatura se imparta en inglés. ¿Qué opina nuestra Adela de esta objeción? Supongo que la culpa la tendrán los obispos. ¿Y de la objeción del Gobierno catalán a la tercera hora de castellano? De eso la culpa la tendrá el PP. La verdad es que la cuestión de fondo es distinta: la objeción frente a esa basura totalitaria es un ejercicio de un derecho individual, mientras que negarse a darla en inglés es simplemente incumplir la Ley para salir en la tele y hacer méritos dentro de la izquierda...


ATC Journal. ¡Llevamos la información!

No hay comentarios:

No utilice acentos en la búsqueda
Búsqueda personalizada